Comienza el frío y se me acumulan las historias…
En el último post me salté el final del verano y no quiero dejar de contarles sobre la magia que esconde la provincia de Huelva y a la que llegamos con total desconocimiento…
Pensando en los niños y no hacer tan largo el viaje hasta Sevilla, decidimos hacer parada en El Rompido, allí nos quedamos solo una noche de Hotel.
Tenía la ilusión de visitar la ciudad Huelva, pero el Hotel y los alrededores nos cautivaron, así que decidimos no movernos tanto…
Para nuestra agradable sorpresa, el hotel ofrecía viaje en tren hasta el puerto y desde allí una lancha a una playa “virgen”, TODO gratis!, así que nos alistamos y nos embarcamos en aquella aventura…
La gente en Andalucía es encantadora, son súper enrollados y de camino a la playa, el capitán del barco dejo que mis pequeños pilotaran su embarcación… ahora lo recuero y sé que fue un verdadero momento mágico…
Cuando llegamos a destino, debíamos cruzar una pasarela que pasaba por encima de las dunas…
Llegados a éste punto aquello me parecía hermoso!... debajo y más cercana a la zona del embarcadero, estaba repleto de cangrejos, eso fue motivo de distracción nuestro y de los niños… Después de un rato caminando… llegamos a un verdadero Paraíso…
No podía creer lo que veían mis ojos!, era una playa prácticamente solitaria… a pesar del viento que no nos permitió meternos al agua (cosa que NO nos importó) disfrutamos de estar allí, de ver aquel lugar casi para nosotros solos!.
La arena tenia alfombras de conchas, así que dedicamos parte del rato a buscar las que más nos gustaban, eso me recordó inmensamente mi infancia…
Volvimos al hotel, un chapuzón de piscina y a dormir… al día siguiente de vuelta a Barcelona…
Me quedé con el gusanillo de Huelva…
En el último post me salté el final del verano y no quiero dejar de contarles sobre la magia que esconde la provincia de Huelva y a la que llegamos con total desconocimiento…
Pensando en los niños y no hacer tan largo el viaje hasta Sevilla, decidimos hacer parada en El Rompido, allí nos quedamos solo una noche de Hotel.
Tenía la ilusión de visitar la ciudad Huelva, pero el Hotel y los alrededores nos cautivaron, así que decidimos no movernos tanto…
Para nuestra agradable sorpresa, el hotel ofrecía viaje en tren hasta el puerto y desde allí una lancha a una playa “virgen”, TODO gratis!, así que nos alistamos y nos embarcamos en aquella aventura…
La gente en Andalucía es encantadora, son súper enrollados y de camino a la playa, el capitán del barco dejo que mis pequeños pilotaran su embarcación… ahora lo recuero y sé que fue un verdadero momento mágico…
Cuando llegamos a destino, debíamos cruzar una pasarela que pasaba por encima de las dunas…
Llegados a éste punto aquello me parecía hermoso!... debajo y más cercana a la zona del embarcadero, estaba repleto de cangrejos, eso fue motivo de distracción nuestro y de los niños… Después de un rato caminando… llegamos a un verdadero Paraíso…
No podía creer lo que veían mis ojos!, era una playa prácticamente solitaria… a pesar del viento que no nos permitió meternos al agua (cosa que NO nos importó) disfrutamos de estar allí, de ver aquel lugar casi para nosotros solos!.
La arena tenia alfombras de conchas, así que dedicamos parte del rato a buscar las que más nos gustaban, eso me recordó inmensamente mi infancia…
Volvimos al hotel, un chapuzón de piscina y a dormir… al día siguiente de vuelta a Barcelona…
Me quedé con el gusanillo de Huelva…
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