Lenguaje de viajando conmigo

Siempre me ha gustado el lenguaje de la palabra escrita, de las imágenes que rondan el mundo en silencio, del amor que se expresa con dulzura, de los pinceles que difuminan colores a través de las almas, de las sensaciones de los olores cuando se cierran los ojos, del roce de la persona amada… Viajando conmigo es una bitácora por el mundo de mis sensaciones… me acompañas?

Solo puedo decir que cada nuevo destino con billete de vuelta, me enseña un pedazo de mi que desconocía.


Aran tiene seis meses y la abuelita está en casa...

Llegaron los verdaderos días de otoño en Barcelona...días de eternas lluvias sumisas, humedad incandescente que se penetra por la piel, hojas de árboles inertes, caídas y amarillas...
 
Mañana de Otoño
 
Entre tanto celebramos en casa la llegada de la abuela, entre frío, calores y adaptación...
 
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La llegada de la abuela me sorprende con muchas cosas, entre ellas, la increíble cara de mi pequeña al verla, era como si hubiese visto a un "aparecido"... no dejaba de parpadear, así como si de un fantasma se tratase, eso!! Si!, un fantasma bueno, porque entre parpadeo y parpadeo esbozaba sonrisas nerviosas de alegría...
Situación seguida, era como si nunca hubiese marchado, era un miembro más de nuestra pequeña familia, con la novedad de querer hacerlo todo con la abuelita, de no perderla de vista, no fuera que la abuelita se marchase otra vez...
 
Sin embargo para Aran es otra historia, con seis meses cumplidos acusa la llegada de un "extraño", por lo cual fueron casi cuatro días de dura adaptación... días de llorar, de mal dormir, y de "sólo quiero y me siento seguro al lado de mamá"... pasada esta etapa, todo en su vida vuelve a la normalidad, volver a andar por el suelo, quedarse dormido sólo en la cama...
Pero con los seis meses llegaron cosas nuevas. Ahora se arrastra por casa como un verdadero gusanito.
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Se voltea de arriba abajo y de abajo arriba, con una fuerza descomunal que a veces cambiarlo puede ser una gran "batalla" en la que terminó agotada de girarlo tantas veces para poderlo vestir. Llegaron los días de papillas...
 
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... y los días de más interacción con la hermanita, de bañarse juntos (sólo algunos días, porque de momento es agotador) de jugar juntos...
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África le adora, lo quiere abrazar y besar casi siempre...
 
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Mi pequeña es dulce y amable con su hermanito... Y desde que Aran está tan divino como para comérselo...
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...yo estoy más dulce y cariñosa con ella... para que no sienta diferencias... Entre su padre y yo nos la comemos a besos y mordisco, cosa que le encanta! Y creo que entre tanto ella lo agradece siendo dulce y cariñosa con su hermanito... del mismo modo, intentó hacer más cositas para que ella se sienta importante y querida, dibujamos juntas, jugamos juntas en el parque...
 
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bailamos, incluso hacemos manualidades...En realidad las hago yo, pero la incentivo a participar, dejándole hacer alguna cosita y al final llega su premio…
 
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Antes de ir a la cama papá le cuenta algunos cuentos, entre ellos está uno del “Musol” (búho) y le encanta, así que mamá con mucho amor le hizo un musol, con el que ahora se va a la cama e incluso algunos días lo saca a pasear…
 
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Ahora estoy preparando el Calendario de adviento, en el que la invito aparticipar...
 
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... y cada día que me pongo a hacer alguna cosita al respecto, le hablo de la venida del niño Jesus… ella no entiende mucho, pero alguna cosita le quedará…
 
Próximamente pondremos la navidad, me hace mucha ilusión!... ya colgaré algunas fotitos :D Abrazos y hasta la próxima entrega… Por cierto estamos felices de tener a la abuela en casa
46/52- Nos visita la abuelita

6, 27 y 481 meses... todos estamos creciendo

Este post lo escribí hace unos días, y por falta de tiempo… hasta hoy es que he podido publicarlo:
 
Esta mañana salí de casa y al observar el cielo me di cuenta que estaba totalmente despejado y de un azul celeste maravilloso!, así que con el cochecito en la mano (llevando a Aran) y África a mi lado (caminando en plan independiente)
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Le dije:
Mira! Àfrica que bonito día, mira, mira el cielo!, está azuuuul!... oooh! Qué bonito día!... (bis, bis…)
 
Al mismo tiempo escuchaba su pequeña vocecita, repitiendo… boniiito… azuuul… dia… bonito… jajajajaja cual loro… repitiéndolo todo!.
 
Así estamos últimamente repitiéndolo todo, si pregunto repite la pregunta, por supuesto sin esperar respuesta! Solo cuando ella quiere evidentemente!!!...
 
Hablar esto todo un universo!, es maravilloso escucharla construir frases de las que sabes falta algunos “conectores”, pero que suena tan bonito en su boca que te la comerías a besos…
 
 
Eso sí, también estamos en la etapa del YO SOLA! que algunas veces te arrepientes de no habértela comido en realidad!, sobre todo los días que tienes prisa y se quiere vestir ELLA SOLA!... jajajaja! Al final solo queda respirar! Respirar muy profundo!...
 
Àfrica con 27 meses, aprendiendo a hablar e intentando ser más independiente, Aran con “casi” seis meses moviéndose como un gusanito, pasos previos para gatear, mordiéndome 
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(con esos nuevos dientecitos que le hacen verse belllooooo) y halándome los cabellos. Yo con 481 meses (jajaja) aprendiendo a ser madre!
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e intentando conocerme en esta nueva etapa!... si! Porque ser madre te transforma y toca volver a conocerse…
Hoy recordé que de adolescente (contaba 12 años) mi madre me regaló un libro que se llamaba “a pesar de todo, que linda es la vida”, un libro que llego a mis manos en una etapa difícil!, si!, porque los niños también tenemos nuestras etapa...
 
En aquel entonces mi madre luchaba junto a mi padre con un deteriorado corazón, que cada día nos hablaba de “el ultimo día” … pero bueno, eso es harina de otro costal, el caso es, que aquel libro llegó perfecto!, me hizo ver el verdadero “QUE” de la vida! a una edad muy temprana (era un poco rarilla desde entonces).
 
Hoy pienso que aquel libro que mi madre me regalo, lo hizo para llenarme de esperanza, esa que ella no podía darme por su cansancio tras cuidar a “el delicado corazón de mi padre”… creo que aquel libro marcó un antes y un después en mi vida (conjuntamente con todos los acontecimientos del momento)… recuerdo que desde entonces aprendí a mirar al cielo, a observar su inmensidad, a escuchar los pájaros y buscarle con más ahínco formas a las nubes… desde luego y como todos los seres humanos, tengo mis días en que el cansancio “embota” mi cabeza y no me permite mirar al cielo… pero aseguro que siempre lo intento!...
 
En esta nueva etapa de conocerme y reconocerme como madre, respiro!, respiro profundo, salgo a la calle e intento enseñarle a mi pequeña lo bonito que es el cielo!... (a pesar del cansancio)
 
Y hablando de cielo! Así visto la cama de mis hijos, para llenarlos de colores, de cielos, de alegrías e imaginación!
Sueños... sueña!
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