En un momento de las vacaciones hice un “parón” para escribir, necesitaba decir… hablar… contar, todo esto sin pensar que las vacaciones se verían “interrumpidas” por algunos grados de temperatura de mi pequeño campeón Aran… sin embargo aquí va lo que escribí para entonces…
20 de Agosto 2012
En este momento estoy intentando robarle un poco de aire al día, estamos en pleno verano y es uno de esos días en los que caminar y hasta respirar pesa, el aire es caliente y todo transcurre como lentamente.
Frente a mi está sentado Aran, mientras con mis pies muevo su hamaquita...
pienso en las vacaciones y en que entre tantas cosas, no me dio tiempo decir "estamos de vacaciones".
Antes de marchar decidimos hacer el cumpleaños de África, para poder disfrutar con los amigos y la familia, sus dos nuevos añitos.
Días antes del cuatro de agosto, estaba afanada haciendo galletas y pasteles...
Al final quedamos muy contentos de su cumpleaños, vino gente muy querida y estaba la familia.
Terminamos agotados y pensamos que si así empezaban las vacaciones, esto sería muy duro.
Antes de marchar también me compre un nuevo teléfono que me ha permitido tener wasap y esto a su vez sentirme más cerca de mi familia y amigos en Venezuela.
Así que las vacaciones también han transcurrido entre fotos y vídeos de aquí para allá y viceversa... eso me hace sentirlos más cercanos...
Otra cosa que he descubierto con mi nuevo teléfono ha sido la aplicación de Instagram, con ella casi que he hecho un diario fotográfico de las vacaciones
Es que con una niña de dos años, a la que este verano le hemos quitado el pañal (lo que implica salir de casa con miles bolsas, con ropa de recambio, toallas, urinal... etc) y un bebé de tres meses. Salir con la cámara, el trípode, los objetivos y flash, creo que son demasiados "peroles" para mi gusto y memoria... por lo cual esto de la cámara del móvil y el instagram me han venido de fábula.
Las vacaciones han transcurrido entre la playa y la montaña, con la compañía de la familia... debo confesar que tal vez me he "mal acostumbrado" a los entrañables abrazos de mi bella gente venezolana, que este año a estas alturas los añoro... sin embargo entiendo que hay tiempo para todo y ahora es momento de disfrutar de mi pequeños y seguir descubriendo el mundo a través de sus miradas y vivir esta aventura de ser mamá...ellos también están para abrazarme el alma
Aquí termina este pequeño diario de viaje, lo siento corto para la cantidad de cosas que tal vez me faltan por contar… pero prefiero que se queden en imágenes y hacer una pequeña recopilación de fotos, como estas en blanco y negro, que retratan los momentos “íntimos” de Aran…
O esta recopilación de momentos de “espalda” de Africa, esos momentos en los que camina, observa, juega, explora y que el día de mañana serán un perfecto diario de recuerdos de su infancia…
O esta recopilación de lugares por los que pasamos, paseamos y vivimos
O algunas fotos como esta que me dejan un sabor dulcemente entrañable de ver a mis amores ver como amanece, un día cualquiera…
O ver al “avi” (abuelo) tomar de la mano a mi pequeña, para mirar las vistas, para luego emprender un pequeño camino por un sendero de montaña…
O ver a África dormida en el coche mientras viajamos, sin sospechar en aquel momento, que minutos más tarde después de bañarse en la piscina, arrancaría a vomitar y a acusar un cansancio acumulado de tantos días fuera de casa y sus costumbres “normales”…
O estas fotos que son una recopilación de pequeños momentos, de juegos, espera, de ver a África soltarse en la piscina, de querer comerme a mi pequeño campeón porque es una dulzura de niño, a pesar de que muchas noches no me deja dormir…
Y al final llegó el verdadero cumpleaños de Africa y lo celebramos en familia…
Días más tarde enfermaría Aran y al final un día después de la foto en la que lo estoy meciendo con mis pies, enfermó con fiebre y por prudencia y tranquilidad nos vinimos directo al hospital y de allí a casa…
Después de dormir la primera noche en casa, tras varios días fuera, solo me alcanza decir que “hogar dulce hogar”…
