Lenguaje de viajando conmigo

Siempre me ha gustado el lenguaje de la palabra escrita, de las imágenes que rondan el mundo en silencio, del amor que se expresa con dulzura, de los pinceles que difuminan colores a través de las almas, de las sensaciones de los olores cuando se cierran los ojos, del roce de la persona amada… Viajando conmigo es una bitácora por el mundo de mis sensaciones… me acompañas?

Solo puedo decir que cada nuevo destino con billete de vuelta, me enseña un pedazo de mi que desconocía.


FELIZ NAVIDAD

Querido Niño Jesús, papá Noel, Santa Claus, San Nicolás, Reyes Magos.. o quien quiera que sea!!... en estas navidades y año nuevo quisiéramos pedir para todos aquellos cuantos lean en esta página:
Que les traigas todo cuanto sus corazones deseen y recuerden:
  • Que el espíritu de la navidad reside en las palabras, en lo que sentimos y hacemos
  • No olvidar que las pequeñas cosas son las que hacen que este mundo sea grande
  • Que la vida es lo que nos sucede mientras estamos haciendo planes futuros...
  • Regalar siempre sonrisas
  • Que la magia existe mientras tu quieras verla
  • Que los recuerdos pueden también traernos mucha felicidad
  • Y que cualquiera sea tu creencia religiosa, no pierdas nunca la fe.
Pincha aquí para ver nuestra felicitación de Navidad…
Jaume y Nany

Volando sobre la ciudad

Aquel día hacia un viento de componente maestral, y al mirar al cielo notó que las gaviotas maniobraban con gran facilidad en las fuertes corrientes de aire… por un momento y abstraída del mundo laboral se quedo observando la agilidad de aquel animal que parecía disfrutar de ese juego… en instantes extendió los brazos y se dejó llevar por el viento, así se fue volando hasta un punto donde podía mirar todos aquellos edificios que le gustaban de la ciudad… en su vuelo la miró con luces de soles y estrellas…y cuando la gaviota descendió ella volvió a su lugar!!...
Y al verse allí se preguntó:
¿ y si extiendo mis brazos y me dejo llevar con el viento?
Se que no podré volar, pero tengo algo mejor que unas alas: mi imaginación, mi mente!…

Mundo de luces

En el mundo de las luces donde los ángeles revolotean, las hadas sonríen, los genios juegan con la magia mientras los gnomos cuidan de los tesoros de la tierra, siempre existió una paz infranqueable, hasta que un día… la lágrima de una princesa niña traspasó el umbral de aquel universo…
En aquel instante destellaron truenos y relámpagos, se enfureció el mar, y los árboles perdieron su follaje, las estrellas ya no titilaban y el sol empezó a extinguirse… llegaron las nevadas y las alas de aquellos seres invisibles empezaron a helarse… con uno de los truenos, una voz del más allá susurró débilmente

-Solo el amor en conjunto puede salvarles si construyen un árbol que simbolice todo lo que es su mundo.

Al escuchar aquella voz los pequeños seres que se helaban, se abrazaron entre sí alrededor de un pequeño árbol que se resistía a morir, para darse calor unos a otros… Con el calor infinito de aquel abrazo universal las ramas empezaron a florecer. A medida que esto ocurría, cada pequeño ser empezó a sentir la fuerza de aquel amor del que la voz habló… y entonces las hadas que tenían mas agilidad para volar, cogieron las estrellas debilitadas del cielo y las llevaron hasta el árbol…
Allí posadas, las luces estelares sintieron el calor y recobraron fuerzas… con aquel calor el árbol floreció con más ímpetu y cada pequeño ser viviente se trasformó en un ser que adornó cada pedacito de rama y en ese instante cesaron las lágrimas de la princesa niña para convertirse en una hermosa sonrisa.
Desde aquel día el mundo encantado de ángeles, gnomos, hadas y magos se vislumbra para los seres humanos en cada árbol de navidad posado en las diferentes partes del mundo.

-Yo ya estoy posado

Como van las cosas por allá arriba?? (gritaba con fuerza)

-Por aquí bien!! hay una buena vista!!

-Huy!! Que yo estoy resplandeciente y con calorcito del brillo de una luz roja como el amor

-Yo también estoy posado… y los guardianes del tesoro del árbol, están en su lugar?


Y gritaron al unísono: aquí estamos abrazados esperando por los tesoros

Y allí están todos regalando su luz para quien quiera mirarles.

Exposición de fotografías

Como ya saben muchos, me encanta la fotografía y en vista de ello me he inscrito en una exposición de fotografías que se realizará entre el mes de enero y febrero, antes del 31 de diciembre debo enviar dos fotos que tenga colgadas en mi blog (de formato horizontal) a la gente de la galería, por lo cual el sábado envié un correo entre algunos de mis amigos para saber sus opiniones, tras algunas respuestas, los resultados van así:

Pincha sobre la imagen para agrandar
Evidentemente es obvia la decantación de las personas, pero aún daré un margen para las opiniones. Si alguien quiere opinar, se aceptan sugerencias.

El Burrito Sabanero

Jajajajaja!!! El burrito sabanero es un villancico del compositor Venezolano Hugo Blanco… y me hace mucha gracia porque me recuerda a mi infancia cuando pertenecía al coro de la escuela y cantábamos esta canción!!... también me recuerda a mi primera sobrina que cuando apenas contaba con un año (ya tiene 13 años) tarareaba “tuqui tuqui tuqui tuqui, tuqui tuqui tuqui tá” mientras yo intentaba enseñarle esta canción!!...
Es Navidad y estoy contenta de esos recuerdos!!! Y con los ánimos que me impregno Aghata y yo que estaba de un empujón, mañana pondré el árbol de Navidad!!!... Ya les mostraré el resultado de mi pequeño árbol!! ;-)

Angkor Wat

Después de aquella cena por mi cumpleaños al día siguiente tocaba visitar “por libre” el templo de Angkor Wat, uno de los complejos religiosos más grandes construidos del mundo. Tocaba Amanecer para ver la salida del sol de detrás de aquel edificio tan imponente, así que casi no dormí durante la noche para no quedarme dormida (jajajaja), cuando se hizo las 4 y media de la mañana nos duchamos y afuera nos esperaba un tuc tuc que habíamos apalabrado con anterioridad. Una vez en el lugar nos sorprendimos de no ser los únicos de disfrutar de aquel espectáculo. Así que buscamos la mejor ubicación, debo confesar que volví loco a Jaume, me moví incesantemente hasta conseguir la mejor foto posible, así que trípode arriba y trípode abajo, cámara y de más “peroles”, en fin que me saturé de tomar fotos haciendo mil y una pruebas con la luz, enfoque, encuadre… total que de todas las que hice tal vez solo pueda salvar cinco mas o menos “buenas”… jajajaja…

Una vez que el sol salió y ya empezábamos a sudar, porque el “rubito de arriba” apretaba, entramos al interior del templo y entonces me deje maravillar por los pasillos ausentes y llenos de la dorada luz que se colaba junto a los naranjas de las túnicas de los budas de los pasillos, me dejé cautivar por la devoción de un camboyano que encendía luces a su creencia. Y no pude evitar fotografiar ese momento junto al amor.

La paredes de aquellos templos estaban impregnadas de historias representadas en relieve en diferentes lugares del recinto. En la piedra se representaban bailarinas, budas, guerras y animales como el elefante o alguna deidad.






Me pareció increíble como habiendo tanta gente fuera esperando el amanecer dentro habían tan pocas… y mientras disfrutaba del interior de aquellas paredes, fuera al otro lado del templo sucedía un evento que me emocionó; ¡en la cubierta habían monos!.






Como pueden ver me deleité viéndoles como “minipersonitas” desplazarse por toda aquella cubierta hasta llegar al final y huir por el bosque… iban unos detrás de otros como una gran pandilla. Me quedé encantada, definitivamente la naturaleza siempre me asombra.
Después de explorar cada rincón (casi cinco horas más tarde) estábamos descansando en el hotel. En la noche nos fuimos a comer a un sitio que nos recomendaron “tipo Buffet libre” y donde presentaban un espectáculo de bailarinas camboyanas.


Al marcharnos como el lugar nos quedaba muy cerca del hotel nos fuimos caminando, en el camino entre el contraste de los complejos hoteleros y la casas tipo chabolas, nos encontramos con las sonrisas desmedidas de un grupo de niños camboyanos subidos a Tuc Tucs, me quedé por un instante detenida observándoles tan felices por una cosa tan simple…

Luces de Navidad

En estos días se empieza a sentir más el frío, aunque recuerdo que en mis primeros años lo soportaba mucho menos… se acercan las navidades y me parece increíble que serán las quintas que paso fuera de mi país. Para ser sincera hace mucho tiempo que las navidades dejaron de ser tan simbólicas e importantes como lo eran en mi infancia y adolescencia... aún conservo hermosos recuerdos de mis navidades siendo una niña. Agradezco la inocente ilusión de esperar al niño Jesús y rendirme dormida mientras esperaba pillarle con las manos en la masa (el niños Jesús es una tradición venezolana muy parecida a la de los reyes, pero en esta ocasión en vez de ser tres, es solo el niño Jesús el que coloca los regalos en lugares escondidos) así como agradezco enterarme que era una ilusión y que tocaba crecer.
Si, tocaba crecer, tocaba madurar, asumir y entender que la gente va y viene y que justo en esas fechas es cuando más se les recuerda a quienes marchan, y entonces en aquellas épocas ya siendo una adolescente sin historias de niños Jesús y con despedidas a flor de piel, aprendes a asumir que “la navidad” es para los niños. Dentro transcurre un proceso de reflexión y en el camino algunos pozos de lágrimas como repuesta al proceso de maduración.
Con el tiempo entre la adolescencia y la madurez decido tomar riendas en el asunto de la “navidad”. Así que me hago una especie de “decoradora de hogar” comprando cantidades de artilugios para decorar lo que en aquellos tiempo era “mi casa” (donde vivía junto a mi madre y hermanos). Pensé que llenando de colores y luces cada rincón aquellas tristezas que empañaban la sonrisa de mi madre se disiparían… pero no era así. Sin embargo no sucumbí a la tristeza de las perdidas, cada año con entusiasmo abría las bolsas de artilugios y luces para adornar la casa. Y compraba más luces… las luces salieron de dentro y luego hacia fuera… sin embargo la tristeza continuaba alojada. Una pérdida más y la siguiente navidad sería la última en aquel lugar, sin embargo no deje de adornar de luces el hogar que pretendía teñirse de negro luto.
La última noche de aquel año estaba sentada con una copa de vino junto a la compañía del único hermano que podía tocar, mientras mi madre se dejaba vencer por la nostalgia yo me resistía a no vivir con intensidad mi ultimo fin de año en casa!, así que cuando sonaron las campanadas le di a mi hermano un eterno abrazo que me quedó impregnado en el alma. Me resistí a las lágrimas y así como cuando niña me tocó madurar al entender que el niño Jesús no existía, esta vez me tocó aprender a desprenderme para entender que no podía obligar a los de mi alrededor a tener luces en su corazón, que cada cual tiene su proceso… Desde entonces cada navidad y fin de año es distinto, intento simplemente disfrutar el momento, esté con quien esté.
El primer año fue verdaderamente fascinante, una completa extranjera con poco dinero en el bolsillo pero feliz de estar cumpliendo un sueño. El segundo extraño y alocado, el tercero con la alegría de estar en compañía del que hoy es mi esposo, y el cuarto con la ilusión de traer a mi madre y la extraña y equivocada utopía de que habían crecido las luces de su navidad… sin embargo comprendo que ese es su proceso… particularmente este año no coloco luces en casa, no adorno mi hogar… simplemente porque no quiero impregnar de luces a nadie. El y yo ya tenemos luces de navidad.

Quizá cuando decidamos tener “ninets” ya colocaré luces y les ayudaré a ver que las luces de navidad también se guardan en el corazón.

Referéndum de Venezuela

En vista del referéndum que celebrará en Venezuela el próximo dos de diciembre (es decir mañana), mi correo se ha llenado de “montón de mierda política” por parte de partidarios y oponentes al referéndum. Tras la lectura de alguna de esas campañas detractoras y solidarias debo confesar que mi cabeza quedó con un gran signo de interrogación por lo cual decidí informarme mejor y buscar en Internet antes de dejarme llevar por el oleaje de opiniones adversas. Así que me he leído por completo los artículos que están sometidos a reforma.
A raíz de esto me pregunto, cuantos venezolanos realmente están informados sobre el contenido de cambio?, cuantos se dejan llevar por el oleaje, bien sea por un “no” o por un “si”, cuantos están votando por una casa nueva o por simplemente sacar del poder a un mandatario?, tal vez este escrito llegue tarde, pero antes de cualquier cosa debemos pensar que el verdadero cambio está en nosotros y ese cambio debe empezar por “informarnos” sin fanatismos absurdos sobre lo que realmente constituye cada ley y cada palabra. No nos equivoquemos, cualquiera sea la decisión, lo importante es tener una verdadera convicción y no ir arrastrados como borregos por simples ideologías o promesas.
No emito un no o un si a la reforma, solo emito que se informe antes de opinar.

Sabes lo que es el socialismo?
El socialismo es una ideología política que designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden en principio un sistema económico y político, basado en la propiedad o posesión democrática de los sistemas de producción y su control administrativo por parte de los mismos productores o realizadores de las actividades económicas (trabajadores) y del control democrático de las estructuras políticas civiles por parte de los ciudadanos. En resumen empoderar a quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en lugar de darle poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de ella (e incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter originalmente anticapitalista. (http://es.wikipedia.org/wiki/Socialismo)
Según esta definición entiendo que no tiene nada que ver con dictadura.
La decisión es individual.

Desprendimiento

La vida está hecha de desprendimientos desde el momento en que nacemos, en ese instante dejamos de estar “atados” a nuestra madre tras la ruptura del cordón umbilical y desde ese entonces aprendemos a vivir y a morir con cada desprendimiento. De la misma forma como se cura nuestro ombligo bajo los cuidados del “amor” también se curan las rupturas en nuestra vida.
Desprenderse no significa ser frío o apático a las situaciones que nos rodean, es ser concientes con amor infinito de que nada nos pertenece, que todo es un ciclo donde la gente y los bienes van y vienen.
Desprenderse significa olvidarnos de las ataduras de una sociedad que nos señala y ser nosotros mismos con nuestra forma de ser, es aceptarnos tal y como somos, es dar lo que eres le guste a quien le guste.
Desprenderse es estar exento de egoísmo y dar por el simple placer de dar. Es ser conciente y aceptar con serenidad aquellas cosas que no podemos cambiar, cambiar con valor las que podemos y tener sabiduría para discernir la diferencia. (Estas palabras alguna vez me las escribió una amiga).
Puedo asegurar que cuando te desprendes, todo cuanto hay a tu alrededor evoluciona.

Angkor Thom (Camboya)

Era el día de mi cumple treinta y dos años, no esperaba ningún regalo, ninguna llamada, estaba tan lejos de todo y de todos que simplemente esperaba pasar muy bien aquel día en que cumpliría uno de mis tan anhelados sueños; conocer los templos de ANGKOR.
Recién empezada la luna de miel, mi compañero de travesía ya me había adelantado el regalo, creyó que para este viaje me haría falta, cosa que acertó.
Un día tras consultarme si darme el regalo por adelantado o no, al final sacó la caja que estaba forrada con un papel de corazoncitos de muchos colores… (Después de escribir esto me doy cuanta que todo lo que me regala tiene corazones… huy un tema peligroso, parece que está enamorado! Jajajaja). En fin dentro de la caja había un objetivo Zuiko 50 mm, especial para hacer macros. Lo más divertido y emocionante de aquel regalo fue que me explicó que se había comunicado por correo con Pep (un bloguero de una página de fotografías que suelo frecuentar) para consultarle sobre que tipo de objetivo le aconsejaba comprar, me pareció un acto muy dulce. Así fue como días antes ya tenía regalo de cumpleaños, por lo que aquel día no esperaba nada, solo unas mountain bike para recorrer los templos.
Empezó el día muy temprano, el guía no parecía hacerle gracia el “invento de las bicicletas”, claro ellos están acostumbrados a llevar a los turistas en Tuc Tuc (una especie de taxi camboyano, muy económico por cierto). Pero yo insistí que aunque valiera lo mismo, quería hacer algo de deporte en medio de un viaje en el que nos hartamos de comer.


Aquel día hicimos aproximadamente 45 Km en bicicletas, bajo un calor abochornante, pero con todo y todo yo estaba feliz. La ruta empezó en el templo de Angkor Thom, me quedé sorprendida entre aquellos antaños muros de piedras esculpidos que representaban la vida angkoriana.


Quedé alucinada con los grandes rostros de “Buda” que formaban torres de “piedra sobre piedra”, cada torre tenía cuatro caras de Buda, cada una de la cual estaba enfrentada al norte, sur, este y oeste.


Me sorprendí de como la cuadratura de la ciudad coincidía perfectamente con los puntos cardinales y como cada entrada/salida tenía un significado simbólico para la cultura, por ejemplo el lado oeste (caída del sol) representaba la muerte. Cada puerta a su vez tenía 54 dioses y 54 demonios que custodiaban las entradas. Curiosamente el total de la mayoría de las estatuas y elementos repetitivos sus dígitos sumaban siempre 9, se decía que era el número secreto.

La ciudad esta rodeada por un lago de 100 metros en el que “supuestamente” habitaban cocodrilos para aislarla de los invasores.
Me sorprendí de cada piedra codificada para la restauración del templo de BAPHUON Y curiosamente me reí y sorprendí de cómo tenían adoración a un símbolo fálico que se repetía en mucho de los edificios.

Esta piedra cilíndrica con punta en forma de cúpula representaba el hombre y el cuadrado en el que estaba introducido representaba la mujer. Por lo cual esta gente lo tenía bien claro!Visitamos por lo menos cuatro templos, aquel día entre visita y visita paramos a comer y luego una vez más a las bicicletas. Casi la última visita me dejó totalmente enamorada, allí estaban PREAN KHAN con sus edificios entrelazados entre las raíces de los arboles, me quedé fascinada de cómo la naturaleza se adueñó de gran parte de esta cultura y no fue descubierto hasta hace a penas 10 años.



A las cuatro de la tarde el guía ya estaba exhausto, y al final de la tarde después de todas las visitas volvíamos en bici a Siem Reap, un largo recorrido de vuelta que en gran parte hice pedaleando de pié puesto que mi pompis (culito) ya no podía más.
Cuando llegamos al hotel, mi compañero de travesía me comentó para que fuéramos a cenar, la verdad que después del trote de aquel día mi cuerpo me pedía camita, aceptada la propuesta salimos en busca de un tuc tuc. Fue un poco complicado hacerle entender a aquel señor hacía donde queríamos ir, no entendía nuestras letras!!... jajajaja… fue divertida la escena, en cuestión de segundos se agolparon cuatro o cinco conductores a intentar leer lo que decía aquel papel, y tras darnos cuenta que entre que no entendían nuestro pobre ingles y nuestras letras era mejor dejarlo así, hasta que uno de ellos insistió en llevarnos. El restaurante quedaba bastante alejado del centro de la ciudad y lo elegimos porque supuestamente había una especie de “pa amb tomaquet” y la guía decía que hacían comida Catalana, y esto fue lo que nos encontramos.


Aunque no era un “pa amb tomaquet” original debo confesar que estaba “sabroso”, al final de la cena a la hora del postre me encontré con una sorpresa inesperada, una pequeña torta con velitas y con todos los camareros y camareras cantándome un “Happy Birthay” que me hizo soltar algunas lagrimas!... haciendo recuerdo de aquel día, definitivamente fue un cumpleaños inolvidable.

Camboya

Salimos de Vietnam después de la comida, cuando llegamos al aeropuerto nos tocó esperar un poco para tomar el avión a Camboya, no recuerdo cuantas horas fueron de vuelo, pero cuando llegamos ya era de noche, oscurece temprano es estos lados del mundo, las seis de la tarde ya empieza a caer la noche igual que en mi país.
Una vez bajar del avión después pasar la aduana tocó hacer los respectivos visados en un salón donde hay una mesa en forma “media luna abierta” con aproximadamente nueve funcionarios, el primero de todos coge el pasaporte y luego va pasando de mano en mano y firma en firma hasta el último de todos. Cuando terminan de mirarse la foto, los datos y estampillan la visa, son incapaces de pronunciar el nombre puesto que las letras para ellos son in entendibles, así que medio vociferan algo que puede parece tu nombre o puede ser el de al lado y entonces levantan el pasaporte y allí está tu foto.
Después de toda la parafernalia encontramos afuera un señor con un cartel que decía nuestros nombres, fue en busca del coche y mientras esperamos nos dimos cuenta que las letras de los camboyanos era una cosa extraña para nosotros, una especie de “arameo chinesco romántico” que nos hizo pensar en lo difícil que serían las lecturas de las calles.

Cuando salimos del Aeropuerto nos encontramos con una “ciudad” con una estructura hotelera sorprendente y lo más sorprendente era que al salir de aquella calle llena de hoteles a los lados había chabolas (ranchos) un contraste muy Venezolano con la diferencia que estábamos en Asia.
Cuando llegamos al hotel nos sentimos como príncipes, a penas entrar el lobby era súper “chulo” (bonito) y después venía un botones con un par de copas de zumo (jugo) y haciendo reverencia. No entendía tanta amabilidad, pero con los días me di cuanta que los camboyanos son una gente encantadora, amables, dulces, serviciales y muy atentos.
Como ya era tarde no quedó para mucho el día, nos conectamos a internet y nos fuimos pronto a la cama, al día siguiente sería mi cumpleaños y nos esperaba la ciudad de ANGKOR THOM y sus alrededores.

Continuará…

Tam Coc

Y para terminar con Vietnam y sus motos la última excursión antes de marchar al siguiente país fue a Tam Coc y sus alrededores. Aquel día después de llegar de Sapa y pasar la noche en tren, nos esperaba un coche para mostrarnos el mercado de las flores que abre de cuatro a seis de la mañana, puesto que cuando empieza a salir el sol las flores empiezan a marchitarse.

Después de llegar al hotel y de medio ducharnos nos fuimos en una furgoneta en la que íbamos un poco apretados, cuando salimos del hotel empezó la ruta en la búsqueda de otros turistas como nosotros. Otra vez estábamos en las carreteras vietnamitas entre bicicletas, transeúntes, motos y grandes camiones, todos conduciendo como mejor les parecía. Tam Coc antiguamente era la capital de Vietnam, hasta que el emperador de la época soñó con un dragón que le indicaba que debía mudar la capital a Hanoi (y así fue).

Cuando llegamos llovía un poco y en la salida del coche nos esperaban un cúmulo de gente vendiendo chubasqueros y como la ley de Murphy no falla aquel día íbamos totalmente de verano pensando que haría un sol radiante. Así que no nos quedó de otra que tras el agobio y la insistencia de “cómprame, cómprame, cómprame” (supongo que es lo que decían en vietnamita) compramos dos chubasqueros que al final nos vino muy bien porque justo aquel día hacía una brisa un poco fría.

La primera visita fue a los templos del emperador y la segunda a las cuevas de Tam coc, donde nos esperaban una barca con dos “remeras” que increíblemente remaron sin parar tres horas y cuando se le cansaban los brazos remaban con los pies.



Antes de subir a la pequeña embarcación el guía nos indicó que si nos ofrecían productos a la venta y no queríamos comprar que simplemente dijéramos que no. Situación difícil porque si una cosa tienen los vietnamitas es que son bastante insistentes al punto de volver loco a cualquiera, pero en esta ocasión me llené de valor, fuerza y antipatía (lamentablemente pero era necesario) para no comprar nada, empezó el viaje a través de un lago lleno de flores y un paisaje hermoso
y tal como se nos dijo en medio del camino se detuvo otra barca a nuestro lado dejo un paquete de mercancía para la venta y continuamos, después de una hora y poco mas de remar una de las chicas nos ofreció mercancía, antes de que la situación explotase ya venía diciéndole a mi compañero de travesía que me lo dejara a mi, que ni hablara (jajajaja), así que cuando la mujer sacó los manteles que parecían de la época de matusalén le dije que no, no paro de insistir mientras yo seguía diciendo no, se lo dije de mil maneras, sonriendo, seria, ignorándola, y hasta que entendió, no puso muy buena cara, pero si algo tenía claro era que no compraría algo que luego no me serviría de nada y que terminaría tirando a la basura y sin encontrar a quien regalarlo. En fin que entre paseo y paseo y agacharme por lo menos seis veces para pasar entre cuevas, tres horas mas tarde terminó el paseo, evidentemente le dimos propina a las mujeres y después de la cara larga que traía de regreso ante mi negativa, se le dibujo una sonrisa de agradecimiento…
Con este día acabó nuestro paseo por el norte de Vietnam, y lo que mas lamenté de todo al estar en aquel país fue sentirme con cara de “dólar” ante los ojos de una gente que definitivamente parecen geniales. Debo concluir también que aquel país me enseñó que definitivamente en occidente somos muy intolerantes con todo lo que nos rodea. Aquellos lugares me enseñaron la cara feliz de una niña jugando con una ponchera, entre risotadas, barro e inocencia, las risas inocentes de unas mujeres que no conocían otro mundo más que los cultivos de arroz, la paciencia de la gente entre tanto desastre y una aptitud generalizada que por estos lados son difíciles de encontrar; “esto es lo que tengo, esto es lo que soy, y estoy bien por ello”.

Sapa

Después de volver de Halong Bay , una vez más estábamos en la ruidosa Hanoi, un poco más adaptados al ruido de la motos. La siguiente excursión sería a las montañas de Sapa, frontera con China, el traslado hasta allí sería en tren, un vagón con camas literas donde entraban 4 personas, la verdad que a pesar de ser Vietnam y con todo el desastre que habíamos visto suponíamos que el tren no sería de primera categoría, pero sorprendentemente debo decir que es mejor que el Talgo nocturno que va de Barcelona a Sevilla o Madrid.
Antes de llegar a la estación de tren que ciertamente es un poco desastre unos turistas españoles nos advirtieron de la picardía vietnamita, comentándonos que había un “señor” sin uniforme ni nada que te cogía las maletas el billete y te llevaba hasta el vagón, se podía pensar que era un trabajador del lugar, pero no, era un “señor” que simplemente “te orientaba” para luego sacarte dinero y hasta que no se le diese propina no soltaba las maletas, así que una vez advertidos ya estábamos atentos a esta situación y ciertamente cuando llegamos allí estaba el timador de día, al cual obviamos por completo y seguimos nuestro camino, una vez que salimos de las fauces de la picardía caminamos largo rato en busca de nuestro vagón esperando lo peor… para nuestra sorpresa allí estaba un camarote, limpio, con 4 botellas de agua y cuatro bananas, increíble!, sábanas limpias, cepillo dental con pasta y demás, todo precintado!.
Allí empezó nuestra aventura a Sapa. Aunque el tren era genial debo confesar que no dormí muy bien con el traqueteo del tren, sin embargo eso no me impidió emocionarme al llegar a la montaña.
Aunque aquel lugar estaba en el “fin del mundo” la impresión fue estupenda, era un pueblo de casas coloniales y en sus calles brillaban los coloridos del ropaje de las minorías étnicas entre la de los miles de turistas. Aquel día emprendimos nuestra primera ruta de montaña, muy sencilla por cierto, todo fue bajada!.

Cuando llegamos al punto de partida nos esperaban un cúmulo de niños con bastones para que comprásemos para la caminada, inevitablemente no podíamos negarnos, así que después de aquella avalancha de pequeñas voces vietnamitas pidiendo que le compráramos empezamos el viaje, en el que se nos unieron cuatro mujeres nativas. La verdad que aunque no nos entendíamos y ellas tal vez tampoco a nosotros la compañía fue muy agradable, reían y reían, supongo que les hacía gracia nuestra manera de hablar y de vestir, sus risas me contagiaban y yo tampoco paraba de reir, fue muy bonito porque podía descubrir en ellas esa inocencia del campo que los de la ciudad perdemos.
Las mujeres iban siempre ayudando, tomándonos de las manos para que no resbalásemos con el barro y cuando estábamos fuera de peligro estaban hilando una especie de hebra vegetal que luego usaban para hacerse vestidos, los dedos los tenían verdes y de colores de tanto hilar.

Después de un recorrido y llegados al punto más bajo pasaba el río de sapa en el que no pude evitar mojarme los pies, fuí la única que se descalzó de todo el grupo, tuve la imperante necesidad de sentir la temperatura del agua, de mojarme lo pies y disfrutar aquel eterno momento que se quedará por siempre en mi recuerdo.

Calzada otra vez nos tocó subir una pequeña cuesta, pasar un puente y despedirnos de nuestras compañeras, llegábamos a límite de sus tierras, pasado aquel puente eran tierras de otra minoría étnica. Una vez pasado el puente se abalanzaron otras mujeres a vendernos artesanías que rechazamos y que terminamos comprando a las mujeres que nos acompañaban, de alguna manera por agradecimiento.
Al final del camino nos seguíamos topando con diferentes poblados y al terminar la mañana estábamos comiendo en un restaurant por 1.5 euros cada uno, una comida con “todo” una cosa verdaderamente barata.
En Sapa de manera independiente contratamos otro paseo junto a una pareja que conocimos en el viaje, así que fue comer y volver a salir rumbo a Fansipan, la montaña más alta de Vietnam, la sola carretera era toda una aventura. Era una vía de barro muy estrecha y con un precipicio que no quiero ni contar y para más impresión habían obras y estaba una “excavadora” en un alto que no entendía como trabajaban de aquella manera!...
de vuelta paramos en una cascada muy bonita y luego de nuevo de vuelta al hotel.

Secuelas de la Boda

La boda tiene sus secuelas, no solo tengo otro estado “civil” si no que también estoy afanada montando, ingeniando, creando, inventando y haciendo el álbum de ese día tan especial. Aquí les dejo algunas imágenes…
Fotografía: Xaxi Moya
Diseño: Yo ;-)
Siento mucho mi ausencia en mucho de vuestros blogs, la verdad que me agrada visitarles y aprender en cada página que veo y en cada comentario que leo, estaré ausente, ruego miles disculpas.

Fortaleza

Es una palabra aplicable a diferentes términos castellanos, puede ser bien una edificación defensiva tal como se construían en la edad media o en la época de la conquista en el caso de Suramérica. Fortaleza también es el nombre de una ciudad en Brasil, pero más que estos conceptos el más importante es el que deviene de la “virtud” de enfrentar los miedos y dificultades hacia la búsqueda del bien!. Ser fuerte no quiere decir ser combativo, nada más lejos de la realidad, la fortaleza tampoco se mide por el dinero o por cuento peso pueda soportar tu cuerpo. La fortaleza es una “virtud” de quienes sin ser cristianos, budistas, mahomistas, confusionistas o cualquier religión son capaces de comprender, aceptar, analizar y actuar de manera lógica y racional aunada a la espiritual, ante situaciones extremas en la vida.
Personajes con fortaleza demostrada a través de la historia: Mohandas Gandhi, Nelson Mandela, Martin Luther King.
Aunque no tengamos un alto cargo político, seamos miembros de algún movimiento activista, o lideres de alguna religión, auque mucho de nosotros seamos sencillas personas con vidas “normalitas” respondamos en nuestra “magnitud de vida” con fortaleza todas las situaciones que nos rodean, que seamos capaces de poder mirar “dentro” para luego mirar fuera.
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