Lenguaje de viajando conmigo

Siempre me ha gustado el lenguaje de la palabra escrita, de las imágenes que rondan el mundo en silencio, del amor que se expresa con dulzura, de los pinceles que difuminan colores a través de las almas, de las sensaciones de los olores cuando se cierran los ojos, del roce de la persona amada… Viajando conmigo es una bitácora por el mundo de mis sensaciones… me acompañas?

Solo puedo decir que cada nuevo destino con billete de vuelta, me enseña un pedazo de mi que desconocía.


Cada mañana...

Cada mañana, desde los inicios de septiembre, Àfrica sale por la puerta de casa tomada de mi mano, para ir a la guardería. El recinto queda a solo una calle de nuestro hogar (suerte para ambas), así que desde el principio caminar no se hace pesado…


Cada mañana nos encontramos en el camino las mismas caras y personajes, las madres y padres con sus hijos camino al cole, la mujer que siempre nos sonríe y sube la calle para tomar el autobús, el Sr. de la carnicería que se sienta en un rellano a tomar el desayuno, a quien siempre decimos “bon profit”, y entonces cuela algún halago para Àfrica mientras ella sonríe, La mujer que bien vestida va con su perro por la calle, mientras Àfrica se detiene haciendo una seña con su mano, que indica “ven perrito, ven”… los que van de prisa por que llegan tarde al trabajo, los que compran el pan recién horneado.
La señora que desde la primera vez que nos vio caminar juntas tomadas de la mano, nos observó con esa mirada especial que nunca olvidaré, esbozando una sonrisa de simpatía… al cabo de los días descubrimos que un autobús pasaba buscando a su hijo tetrapléjico para ir al cole… Aquella mañana después dejar a Àfrica en la puerta de su clase...


... volvía a casa desvelando aquella imagen que se me quedó tatuada en el alma… fue un instante de explosiva reflexión, en el que se me paralizó la vida y en un segundo pensé en las mil y una cosas por las que debía agradecer al mundo mi existencia y la sana existencia de quienes amo… llegué a casa llorando, fue una verdadera lección de VIDA…
Un día, de camino una señora “grande” tomada de la mano de su hijo casi adolescente, se detuvo, nos sonrió y me dijo; “disfrútala porque crecen rápido y no te enteras, mi hijo mayor ya tiene 21…” mientras me alejaba de aquel comentario, pensaba dentro de mí; “SI!!!!, tengo la fortuna de disfrutarla, abrazarla y besarla cuanto puedo”… Después de algunos días y ver varias veces a esa misma señora en nuestro camino… reflexiono y entiendo que crecemos y volamos, para ello “creo” que estamos preparando a nuestra Àfrica… pienso en una y cada una de las madres, que de una manera u otra, han dejado marchar a sus hijos y desde luego ratifico que para ser padres, hay que ser VALIENTES!!!...

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