Y cumplí 39 años, y aquella semana anterior a mi cumpleaños no me dio tiempo de pensar en las nostalgias, en aquellas que aparecen cuando se acerca mi día… las nostalgias se quedaron escondidas entre las prisas y los trasnochos de aquello que se llama trabajo, familia e historias varias…
La vida sabiamente se me lleno de prisas, de suspiros acelerados, de corazón “taquicardico” por la responsabilidad y el estrés...
y con su sabiduría también me llenó de bonitos momentos al lado de mis amores… y de los amigos…
Mi cumpleaños lo celebré en entre la intimidad de mi hogar
La compañía de unas chicas “fantastibulosas” que me despegaron por dos horas del ordenador y me regalaron grandes carcajadas y la aventura de olvidar por un instante, mis otras responsabilidades, de ellas me queda el bonito recuerdo que aquella noche de otoño y la fotos de un doble cumpleaños…
Creo que la vida siempre te pone a la gente indicada en el camino… y ellas lo son…
También celebré mi 39 cumpleaños al lado de los amigos de siempre…
Que a pesar de no habernos hecho fotos juntos, me quedo con la fotos de los sucesores de nuestra tribu…
Lo amigos de siempre, que cuando te abrazan piensas que debes abrazarlos con mucha intensidad, para que ese amor sea suficiente de llenarte de energía hasta que les vuelvas a ver…
Y con 39 aun me recuerdo adolescente frente a un espejo, hablando conmigo misma , sobre mi propia satisfacción de sentirme llena… en aquel entonces, pensé que podía marcharme en cualquier momento… después de eso, la de cosas que han sucedido, la de aprendizajes que llevo a la espalda, la de cosas que me falta por aprender… y lo mejor de todo este camino recorrido, es que todo cuanto tengo, es lo que necesito…
Gracias a la vida por mis 39!
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