Leyendo el post de
Tam, me di cuenta que desde que llegué a este país, se desarrolló en mi cierto desapego por la playa, mientras que en Venezuela en la mínima oportunidad que tenía me escapaba para poder disfrutar del sol y nuestro eterno verano…

Después de haber vivido mis playas Venezolanas, la respuesta de mi “desapego” es que a veces hay que pelear por un hueco en la arena, mientras casi no hay por donde caminar…
Tengo la fortuna de trabajar viendo el mar…

...eso me alimenta el alma a pesar de no bañarme en la playa, sin embargo este año decidí darle la vuelta a la “tortilla” y atreverme a mirar desde lo lejos a los bañistas, mientras me dejo tocar por el viento, lo escucho y lo busco para hacerlo mi amigo, mientras las olas me rozan los pies y mi cuerpo busca el equilibrio…

conseguí en el windsurf un poco de aventura, disfrutar tocando el mar, dejándome zambullir y disfrutar del divino verano sin tener que luchar por un hueco en la playa

Aunque después tenga que luchar por intentar sacar el equipo.
7 comentarios:
Con las playas que tienes a tu alcance diaria no me estraña que te sintieras atraida en tu viaje.
Ohh winsurf es algo que tengo pendiente, es una de las cosas que siempre he querido hacer y nunca he encontrado el momento, a de ser divertidísimo verdad.
Un abrazo
...una decisión muy oportuna y al tiempo, muy emocionante...envidia me das...un abrazo...
Mujer, es que si vas con todo el jaleo, jajajajaj lo tienes dificil eh?
Besicos
Yo he tenido muchas veces esa sensación: nuestras playas parece que son pequeñas.
Un saludo
Jajajaja...si es que parecen sardinitas en lata... Pero tú no desistas que el mar lo puede todo y carga un montón de energía... Un abrazozo.
Abrazazo, anda que yo, debe ser que me contagié de la euforia...jajajaja...
me encanta ese aire aventurero tuyo :)
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