Con frío! y Nacionalidad Española...

Con este sol deslumbrante, camino con prisas entre el frío y el viento de un día invernal en Barcelona, a pesar de las prisas, me detengo a observarla como se tornan de brillo sus edificios, su gente... Por dentro intento llenarme de ese brillo, dejo que me bañe el sol, pero la brisa fría me recuerda que soy del Caribe, que mi sangre y mis raíces son tropicales… en mi interior hay gritos de agradecimiento y de nostalgia… el alma tiene una lucha constante entre lo que soy y lo que tengo…

Busco y rebusco en los cajones de mi ser las imperfecciones, para mejorar, las virtudes para afianzarme, los logros para trazar nuevas metas, la fortuna (no de dinero) para ser agradecida… y mientras reviso todos los cajones me viene a la mente mi pequeña familia…

Bella, divina, con unos hijos que dependen de mi tranquilidad, de mi felicidad. Con un compañero de viaje, que me ama tal y como soy, con todos estos cajones que llevo dentro, incluso con los kilos que me sobran, los zapatos deportivos, desprovista en todo momento de tacones, maquillaje y hasta con “papilla” en la ropa…

Y de pronto, me encuentro viendo en el cajón a esa otra “gran” familia, llena de hermanos, tíos, primos, sobrinos, primos segundos, terceros, tíos lejanos pero a la vez cercanos, primos sin números, pero primos… familia grande, con la que me gusta mantener el contacto, sentirme cerca, y que me ayudan a identificarme y a recordar de donde vengo… que me ayudan a pesar de la distancia, recordar el calor de mi tierra…

El frío se me cuela por la piel, y camino, observo y sé que estoy donde quiero estar!, con quien quiero estar, pero eso no me exime de estar nostálgica en algunas ocasiones, de sentir que tengo ganas de abrazos largos, de conversaciones profundas, pausadas, de risas y bromas, típicas de mi tierra…

En fin que ayer obtuve la nacionalidad y a pesar de mantener la Venezolana… eso me estremeció el suelo que piso, me hace indagarme… y toda indagación requiere profundidad… y en la profundidad están las raíces, quien soy, lo que soy, donde estoy y lo que quiero… creo que cada una de esas determinantes las tengo claras, la claridad me “deslumbra” y me hace llorar de felicidad y tristeza… sentimientos contradictorios…

Son 11 años por estas tierras, adaptada al medio, mimetizada con el entorno, con sus pros y contras, feliz de ser!...

 

confío profundamente en mi, en la vida y en Dios. Sé que cuando menos te lo esperaras la vida te da un sablazo y toca cambiar el chip, se que la perfección no existe, y no hay nada más hermoso que la imperfección en sí y la búsqueda de ser cada día mejores…

Sé que estamos de “prestados”, y por ello VIVO y me recalco cada día vivir con intensidad, me recalco mirar a mi alrededor y no hacer imperceptible, lo perceptible…

Esta mañana, mientras conducía para llevar a mi pequeña al cole, la escuchaba en el asiento de atrás diciendo:

-magia potagia, que aparezcan muchas chuches, magia potagia que parezcan muchas chuches

 Al cabo del rato de sentir sus “encanterios”, me decía

 -mami, no salen las chuches, los haces aparecer tu?

Mientras yo conduciendo, le decía:

-No cariño, ahora voy conduciendo, y yo no tengo chuches…

Ella:

-siiiii, (un largo y divino si) abres tu bolsa y se hace la magia, salen los chuches!!

 Sonreí y mucho…

Me doy cuenta que soy el dibujo del bosquejo que me hice un día…