Enero indivisible...

En enero os conté de mi determinación de no hacer un proyecto 52 semanas, por lo menos este año… y también os dije que la vida con un buen plan a la vista, siempre es más divertida…

El último día del año me propuse hacer varias cosas y entre otras, lancé algunos deseos, de esos profundos y de corazón… parece que los cielos me escuchan y yo también intento poner de mi parte para que la vida vibre en función del ritmo que me gusta, soy agradecida por ello…

Hablando de ritmos, también os había comentado que me agradaría detenerme un poco más a observar a mis peque, cosa que ya hago de por si, y detenerme un poco más a escucharme a mi misma (aun lucho con esto) y de disfrutar de algunos instantes con mi compañero de aventura (nos cuesta, pero luchamos por conseguirlo).

Mientras nosotros luchamos por ser indivisibles y múltiples (operaciones complicadas) mis pequeños juegan y luchan por su independencia y compañía...

También es cierto que nos gusta jugar con ellos...

observarlos como juegan entre sí...

 

verlos desenvolverse y dejar que se amen con tanta locura que incluso puede ser peligrosos…

Pero también es cierto, que en ocasiones nos guste disfrutar de nuestra compañía, aunque lo intentemos una, dos, tres, e incluso cuatros veces… es absolutamente necesario mirarnos, tomarnos de la mano y aunque sea tomar un café con la libertad de “solos los dos”.

Y luego volver con más fuerzas y energías para amarlos a ellos con locura…

 

En mi mundo individual, me gusta tomarme tiempo para mí y esas cositas que me llenan de tranquilidad, de momento cada día intento desayunar con calma, aunque luego el resto del día sea una locura…

Incluso en alguna lejana ocasión me permito jugar…

Aunque en ocasiones también una voz dentro de mi me dice “con tantas cosas por hacer”… es una voz “macabra” que me habla de responsabilidades!!, jajajaja y de la que aún no he aprendido a huir.

Sin embargo me permito mirar a mí alrededor y ver arte,

incluso intento transmitirla a mi pequeña jugando y aprendiendo,

y entonces una vez más soy múltiplo… Es igual las matemáticas no son mi fuerte...

Y entonces así como me hago múltiplo, en mi mundo se multiplicas las cosas, incluso las cosas de mi bolsillo, que en ocasiones hacen magia!...

De pronto un día cualquiera, en cualquier lugar... mamá saca alguna cosa del bolsillo, que sirve para que ellos pasen el mejor rato del mundo... 

En ocasiones sumamos, multiplicamos!!!! y somos una familia de niños lindos, que van cada uno a su ritmo, y cuando se encuentran, aquello es verdaderamente bonito...