Era el día de mi cumple treinta y dos años, no esperaba ningún regalo, ninguna llamada, estaba tan lejos de todo y de todos que simplemente esperaba pasar muy bien aquel día en que cumpliría uno de mis tan anhelados sueños; conocer los templos de ANGKOR.
Recién empezada la luna de miel, mi compañero de travesía ya me había adelantado el regalo, creyó que para este viaje me haría falta, cosa que acertó.
Un día tras consultarme si darme el regalo por adelantado o no, al final sacó la caja que estaba forrada con un papel de corazoncitos de muchos colores… (Después de escribir esto me doy cuanta que todo lo que me regala tiene corazones… huy un tema peligroso, parece que está enamorado! Jajajaja). En fin dentro de la caja había un objetivo Zuiko 50 mm, especial para hacer macros. Lo más divertido y emocionante de aquel regalo fue que me explicó que se había comunicado por correo con Pep (un bloguero de una página de fotografías que suelo frecuentar) para consultarle sobre que tipo de objetivo le aconsejaba comprar, me pareció un acto muy dulce. Así fue como días antes ya tenía regalo de cumpleaños, por lo que aquel día no esperaba nada, solo unas mountain bike para recorrer los templos.
Empezó el día muy temprano, el guía no parecía hacerle gracia el “invento de las bicicletas”, claro ellos están acostumbrados a llevar a los turistas en Tuc Tuc (una especie de taxi camboyano, muy económico por cierto). Pero yo insistí que aunque valiera lo mismo, quería hacer algo de deporte en medio de un viaje en el que nos hartamos de comer.
Recién empezada la luna de miel, mi compañero de travesía ya me había adelantado el regalo, creyó que para este viaje me haría falta, cosa que acertó.
Un día tras consultarme si darme el regalo por adelantado o no, al final sacó la caja que estaba forrada con un papel de corazoncitos de muchos colores… (Después de escribir esto me doy cuanta que todo lo que me regala tiene corazones… huy un tema peligroso, parece que está enamorado! Jajajaja). En fin dentro de la caja había un objetivo Zuiko 50 mm, especial para hacer macros. Lo más divertido y emocionante de aquel regalo fue que me explicó que se había comunicado por correo con Pep (un bloguero de una página de fotografías que suelo frecuentar) para consultarle sobre que tipo de objetivo le aconsejaba comprar, me pareció un acto muy dulce. Así fue como días antes ya tenía regalo de cumpleaños, por lo que aquel día no esperaba nada, solo unas mountain bike para recorrer los templos.
Empezó el día muy temprano, el guía no parecía hacerle gracia el “invento de las bicicletas”, claro ellos están acostumbrados a llevar a los turistas en Tuc Tuc (una especie de taxi camboyano, muy económico por cierto). Pero yo insistí que aunque valiera lo mismo, quería hacer algo de deporte en medio de un viaje en el que nos hartamos de comer.
2 comentarios:
De verdad que me das una envidia con tus viajes...¿no te sobra sitio en la maleta? Eso sí, no sé si te lo habré dicho...el día lejano en que pueda viajar, te aseguro que me vuelvo a leer tus viajes, y elijo uno de estos sitios. Fascinantes, de verdad. Un abrazo...me encantaron también las imágenes (mis 32 años fueron mágicos).
Siempre me hace mucha ilusión el relato de tus viajes y de tu vida en general...me alegra saber que tu luna de miel estuvo llena de paisajes que un dia soñastes contemplar...ese dia te recorde mucho...aunque estabamos más lejos de lo normal...siempre te recordé y elevé una oración a tu nombre...por tu salud, por tu felicidad, por tus sueños, por tu compañero de travesía...en fin te puedo decir que te extraño mucho Nany....extraño ver tus ojos y disfrutar de tu garn sonrisa que contagia al mas triste....y sentir que como amiga eres incondicional y sabes escuchar...
Te quiero mucho....te mandamos un fuerte abrazo y a Jaume igual...cuidate.besos
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