Maternidad

Decidí sumergirme en un proyecto llamado maternidad, entre aguas cristalinas y llenas de ilusiones engendraba una hermosa niña en mi interior.
Mi cuerpo fue cambiando, al mismo tiempo que mis hábitos y costumbres… estaba a gusto con solo sentir que estaba dentro de mí, que vivía a través de mí, que le alimentaba, le hablaba y ella estaba allí…
Con el paso de los días el cuerpo pesa, el caminar se hace más lento y ella se mueve menos. Tiene poco espacio y todo indica que tiene ganas de salir… la espera se hace larga con la sensación infinita de verle la cara, sus piececitos, sus manitas… de encontrarte con su mirada que no te mira…
De pronto las aguas cristalinas deciden enturbiarse para convertirse en parto… pero la pequeña África no quiere salir… y las entrañas duelen, un dolor indescriptible avisa que ha llegado la hora… pero todo se alarga y el agotamiento juega sucio a una madre ansiosa de ver a su niña…
El dolor quema, asfixia, desgarra, agota… y de pronto tras tantas horas de espera te abren las entrañas y la sensación es como dos manos que entran en lo más profundo de tu ser, te aprietan el corazón, lo hacen latir fuertemente presionando una y otra vez… luego lo sueltan… las palpitaciones se aceleran, sientes una sensación de rozamiento que raspa, mientras vas quedando vacía…
Es como caer profundo para luego subir más alto, porque al ver su cara es como si te abren el alma y te la descubren a la VIDA… y ella está allí, indefensa, inocente y despierta, haciéndome MADRE y enseñándome una vez más a desprenderme…

En la espera

Faltan pocos días para que cumplas 37 semanas en mi barriga. Tu papi y yo estamos finalizando los últimos detalles de tu habitación, tu ropita y todas esas pequeñas cosas necesarias para que cuando llegues al mundo te sientas tan amada como te sentimos…
Cada día pesas más, te estiras con más fuerza en mi interior, me dejas sin aliento y sin espacio para moverme con agilidad.
Cada vez estoy más torpe de movimiento, más lenta mientras siento tu actividad más intensa. Amo sentirte dentro de mí como una “culebrita” que deforma mi barriga mientras como, bebo agua o simplemente me acuesto de bruces al techo… en ocasione aprietas tanto que suelo hablarte con dulzura para que te calmes, doy palmaditas en mi barriga, a modo de calma, para que suavices la tensión y yo pueda respirar mejor…
En estos últimos días he identificado que tengo el síndrome del “NIDO”, he descubierto que se llama así por mi cuñado (conoce la situación después de los dos embarazos de su esposa)… no sabía que esto existía, pero al parecer los últimos días de embarazo la mujer se “recoge en el hogar” cuidando del “NIDO”, incluso llegando a extremos exagerados de orden y limpieza.
Me desconozco, después de ser una hiperactiva sin parar en casa, ahora no quiero salir ni a comprar fruta que tanto te gusta… estoy mirando por los rincones de nuestro hogar para ver que recóndita esquina puede estar sucia o descuidada… y debo confesar que todo está bien… pero el síndrome del nido y las hormonas hacen de las suyas… me río, porque me desconozco…
Después de todo esto, tu padre merece una medalla honorifica al valor de soportarme estas manías, juntas tendremos que mimarle mucho, regalarle muchas sonrisas, muchos besitos y miradas cómplices como recompensa al valor, la paciencia y el amor con que hace todo aquello para que te sientas a gusto con tu llegada… imagínate que ya empezó a comprarte una colección de cuentos que pacientemente va a comprar cada fin de semana con el periódico… está lleno de ilusión y quiere ver ya tu carita… te habla y te mima, no tanto como yo que pasamos todo el día juntas, pero te aseguro que esta “loco” por poder tocarte y sentirte…
A veces pone su mano en mi barriga en espera de tus movimientos y por alguna razón te quedas tranquila, en cuanto quita la mano te mueves, y pienso internamente “vaya suerte”… alguna vez suavemente de digo “saluda al papa” y caprichosamente te mueves… me emociona sentir que te siente… que sabe que estas allí estirándote…
Eres un regalo hermoso de la vida, entiendo que no será fácil, sin embargo agradezco a Dios, al Universo, al mundo y las circunstancias darme el placer de vivir esta experiencia al lado de tu padre…
Te esperamos ansiosamente

En Silencio

Me gusta el silencio… me trae los sonidos de la noches de mi hogar Venezolano, de sapitos diminutos, escondidos entre las ramas y cantando a las estrellas… un silencio con olor a tierra húmeda y acogedora… de pies descalzos y almas inocentes… que silencio tan divino este que vivo…

El silencio me trae el recuerdo de los lugares más mágicos que he conocido… el fondo de la cama de mi abuela, una especie de cueva protectora con “hada incorporada” que me recibía tras algunas travesuras, para esconderme de las “garras” de la disciplina… descalza, con el corazón acelerado, mi diminuto cuerpo luchaba porque mi respiración no delatase aquel nido de secreto…
El fondo de la cama de mi madre… un nido “no secreto” que le servía de excusa, alguna vez, para no ser tan severa… que me servía para pensar que estaba protegida… que nadie allí me conseguiría…
El jardín de mi hogar, húmedo, lleno de arboles, gatos y perros, hermanos y recuerdos… que se han borrado con el tiempo… ya no quedan ni las hojas, tal vez queda alguna raíz escondida bajo el cemento… pero el silencio… me trae las tardes de sol mirando al cielo, esperando que alguno de mis hermanos me tirase algún fruto de aquellos árboles de raíces que tal vez aún existen…
El silencio me trae sensaciones inolvidables como el ombligo de mi padre, un agujero inmenso e interminable para mis pequeños dedos… y allí sobre su barriga introducía mi rostro para luego encontrarme con el suyo lleno de una gran sonrisa…
Mi silencio hoy está lleno de recuerdos felices de una infancia inolvidable… de amores eternos, de afectos no olvidados… de lugares y sensaciones tatuadas en el alma…

23 semanas

Ya tienes 23 semanas dentro de mi… cuan extraño se me hizo al principio saberte dentro… extrañas sensaciones y comportamiento de mi propio cuerpo me alertaban de tu presencia… poco a poco te has ido filtrando como tinta para tatuar mi alma… y ahora me tatúas con el roce de tus extremidades; las suaves caricias de unas patadas en el interior de mi panza…
Hace días que te siento golpeando las paredes de mi vientre… que sensación tan divinamente inexplicable, que me llena de emoción, nostalgia, felicidad, grandeza, añoranza de ver tus ojitos, de ver tu sonrisa, de cuidarte y tenerte entre mis brazos, pero al mismo tiempo la extraña y divina grandeza de sentir que vives a través de mi, que mi cuerpo te ayuda a crecer, que te imagino nadando entre aguas de colores, sabores y olores mientras te pongo un Vals de Amelí… y entonces vuelves a responder rozando mi piel y mis ojos se iluminan, mi garganta se quiebra porque te siento… porque estás allí y porque eres el producto más hermoso del AMOR…

Usted está aquí y esto es ahora/ You are here and this is now

Sigo perdida de estos mundos de bloguers y otros “enseres”, incluso de la fotografías, esa que es mi conexión con mundo de libertades, sueños, arte y sensaciones…
Si estoy desaparecida!!...
Inmersa en un mundo de universitarios… quién lo diría? Después de tantos años sin tomar un libro nada más que por el placer de trasladarme a otras historias y aventuras… ahora estoy entre libros técnicos, y sumergida en el ordenador buscando, buscando y buscando…
Debería prohibírseme estudiar… me aíslo del mundo e incluso de los míos, admito que a veces soy insoportable!! Jajajaja…
Pero la verdad “verdaita” es que desde siempre fui así, estudiar, buscar e intentar hacer lo mejor!... es un pequeño “problema” que aun no logro aprender a manejar…
Parece que tiene sus frutos, he salido bien en los exámenes… sin embargo, hay una sensación de “abandono” en mi… que imagino que se disipará cuando todo esto termine… es decir aproximadamente para Junio!!!... desde aquí hasta entonces, intentaré ir colgando alguna cosa… e ir actualizando a los míos!!!...