Si observo hacia atrás en mis recuerdos me doy cuenta que definitivamente tuve una infancia muy feliz, anduve descalza en aquel calor tropical hasta aproximadamente los cinco años, cuando me cansé de que mi madre me ofreciera nalgadas (que nunca cumplía) para que me pusiese zapatos. Jugueteé hasta el cansancio, alrededor de mis hermanos, primos y vecinos, cuando de repente escuchaba la voz de mi madre diciendo que era la hora de acostarse a dormir.
Viví en una casa tan grande que por momentos recuerdo hasta diez personas comiendo en una misma mesa. No había terminado la comida del mediodía cuando ya se pensaba en la cena, éramos muchos los habitantes de aquel hogar.
En casa a parte de los primos, hermanos, allegados y demás también habitaban dos gatos y tres perros, era un verdadero zoológico. En el patio habitaban junto aquellos animales, dos árboles de mango, un limonero y dos matas de pomalaca, las cuales eran refugio de horas de juego y merienda.
Cerca estaba la casa de mi abuela, a la que solía ir cada tarde en busca de aventura entre su zoológico sin igual. En aquella otra casa, habían más “bichos”, monos, nutrias, patos, gallinas, cacatúas, loros, guacamayo, gatos y perros… que infancia tan divertida.
Cuando empecé a calzarme y a vestirme de señorita, todas aquellas cosas fueron desapareciendo, desde los árboles hasta las personas. Y cuando nos dimos cuenta aquellas casas habían quedado o vacías o con simplemente tres integrantes.
Creo que de allí viene mi poco interés por tener una gran casa, si al final todos marchan… lo mismo me sucede con los coches (carros), no necesito más que el que tengo, me lleva, me trae y se porta bien…
Tengo cuanto deseo, todo en sus justa medida… y entonces pienso: “ si soy afortunada y tengo cuanto quiero, ¿Por qué no dar un pedacito a quien no tiene?... es una pregunta que me rondaba desde hacía mucho por la cabeza, porque en definitiva la vida es maravillosa conmigo.
Así, un día cualquiera entre compras, cogí un libro llamado “Sonrisas de Bombay” y encontré el lugar donde dejar un pedacito de arena de felicidad para este mundo.
Sonrisas de Bombay es una ONG encargada de ayudar a quienes más lo necesitan… así como ésta, hay millones de manera de poner nuestro pedazo de amor para el mundo. Basta ya de quejarnos y pensar en lo que no tenemos…
Abre el corazón y habla, abre los ojos y mira… a partir del momento en el que mires con los ojos muy abiertos, encontraras una variedad infinita (Svami Prajnanpad)
Viví en una casa tan grande que por momentos recuerdo hasta diez personas comiendo en una misma mesa. No había terminado la comida del mediodía cuando ya se pensaba en la cena, éramos muchos los habitantes de aquel hogar.
En casa a parte de los primos, hermanos, allegados y demás también habitaban dos gatos y tres perros, era un verdadero zoológico. En el patio habitaban junto aquellos animales, dos árboles de mango, un limonero y dos matas de pomalaca, las cuales eran refugio de horas de juego y merienda.
Cerca estaba la casa de mi abuela, a la que solía ir cada tarde en busca de aventura entre su zoológico sin igual. En aquella otra casa, habían más “bichos”, monos, nutrias, patos, gallinas, cacatúas, loros, guacamayo, gatos y perros… que infancia tan divertida.
Cuando empecé a calzarme y a vestirme de señorita, todas aquellas cosas fueron desapareciendo, desde los árboles hasta las personas. Y cuando nos dimos cuenta aquellas casas habían quedado o vacías o con simplemente tres integrantes.
Creo que de allí viene mi poco interés por tener una gran casa, si al final todos marchan… lo mismo me sucede con los coches (carros), no necesito más que el que tengo, me lleva, me trae y se porta bien…
Tengo cuanto deseo, todo en sus justa medida… y entonces pienso: “ si soy afortunada y tengo cuanto quiero, ¿Por qué no dar un pedacito a quien no tiene?... es una pregunta que me rondaba desde hacía mucho por la cabeza, porque en definitiva la vida es maravillosa conmigo.
Así, un día cualquiera entre compras, cogí un libro llamado “Sonrisas de Bombay” y encontré el lugar donde dejar un pedacito de arena de felicidad para este mundo.
Sonrisas de Bombay es una ONG encargada de ayudar a quienes más lo necesitan… así como ésta, hay millones de manera de poner nuestro pedazo de amor para el mundo. Basta ya de quejarnos y pensar en lo que no tenemos…
Abre el corazón y habla, abre los ojos y mira… a partir del momento en el que mires con los ojos muy abiertos, encontraras una variedad infinita (Svami Prajnanpad)
10 comentarios:
Me ha gustado leer más cosas de tí, que me confirman una vez más el pedazo de persona que eres.
Un abrazo muy fuerte!!
Qué gran consejo Nany, claro que sí! lo único que hacemos es quejarnos y cuánto más tenemos, más queremos...; se nos olvida las calamidades que pasan otras personas y que con un granito de arena haríamos tanto...
Voy a conocer Sonrisas de Bombay...
Besos
Tener una infancia feliz debería ser obligatorio, más que un derecho. Gracias por esos links, me paso ahora mismo. Un besazo, y nena, te espero en la fiesta!
Una infancia feliz es la base para una vida plena.
No hay nada más bonito que la sonrisa de un niño.
Voy a echar un vistazo a Sonrisas de Bombay.
Besos
Siempre me gustó andar descalza, lo sigo haciendo y hoy en día sin darme cuenta les digo lo mismo a mis hijos que me decía mi madre, pero en el fondo, me gusta que anden descalzos y disfruten de la hierba.
Besos salados
DESPEDIDA: Vengo a despedirme… Fue un placer leerte y saber que alguna vez también tú leíste los textos de Pau Llanes… Un saludo fraternal y un abrazo cómplice… Pau
Hola guapa!.
Que niñez más dulce y hermosa, nada como esras rodedada de tu familia de animales de la naturaleza.
Lo de ayudar a sonrisas de bombay.. me ha gustado mucho.. nosotros ya colaboramos con dos ong y la verdad se siente bien-.
espero que sea muy gratificante para ti..
te dejo abrazos.
me ha gustado mucho te dejo un beso habia algunos q me faltaban por leer ya estoy al dia )
A veces creemos que los necesitados estàn leeeejos, en otro mundo, y sin embargo, si abrimos los ojos veremos que estàn en la esquina de nuestra casa.
Bueno, en todo caso, sea aqui o en la quebrada del aji, SUPER!!
Hola,
Anímate a seguir la historia. Tod@s lo estamos deseando.
Besos.
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