Cuando enciendes la tele los informativos y otros programas, no hacen más que hablar de los nuevos propósitos para este año. Entre los propósitos más destacados de la mayoría entrevistada están:
Adelgazar, estudiar, aprender ingles, ir al gimnasio y cambiar de trabajo y viajar…
Entre mis propósitos está retomar nuevamente el gimnasio con el mismo ímpetu de mediados del año pasado y que por temas de “boda”, vacaciones, trabajo y navidades, bajé la frecuencia. Otro propósito para este año es conseguir un huequecillo para terminar de contar mis aventuras por Camboya… y para no dar más largas al asunto os sigo contando.
En el último post de Angkor Wat, comenté de lo espectacular del templo, de los monos y de la alegría de los niños…
En este nuevo artículo les hablaré de nuestra expedición por los parajes perdidos de Camboya.
Aquel día nos levantamos temprano y en el lobby del hotel nos esperaba nuestro guía. Era un chico muy joven de piel morena y estatura mediana, al vernos lo primero que hizo fue una reverencia como suelen hacer la mayoría de los camboyanos. Al responderle con el mismo saludo de inmediato nos subimos al coche y empezamos la expedición al Parque Nacional de Phnom Kulen
Tras una hora y poco más de una carretera en fatal estado, llegamos a un “super puente”…
Adelgazar, estudiar, aprender ingles, ir al gimnasio y cambiar de trabajo y viajar…
Entre mis propósitos está retomar nuevamente el gimnasio con el mismo ímpetu de mediados del año pasado y que por temas de “boda”, vacaciones, trabajo y navidades, bajé la frecuencia. Otro propósito para este año es conseguir un huequecillo para terminar de contar mis aventuras por Camboya… y para no dar más largas al asunto os sigo contando.
En el último post de Angkor Wat, comenté de lo espectacular del templo, de los monos y de la alegría de los niños…
En este nuevo artículo les hablaré de nuestra expedición por los parajes perdidos de Camboya.
Aquel día nos levantamos temprano y en el lobby del hotel nos esperaba nuestro guía. Era un chico muy joven de piel morena y estatura mediana, al vernos lo primero que hizo fue una reverencia como suelen hacer la mayoría de los camboyanos. Al responderle con el mismo saludo de inmediato nos subimos al coche y empezamos la expedición al Parque Nacional de Phnom Kulen
Tras una hora y poco más de una carretera en fatal estado, llegamos a un “super puente”…

Una vez pasado aquella maravilla de la ingeniería de la improvisación continuamos el camino, bajamos y empezamos a caminar entre bosque y sabana bajo un sol desconsolador… allí disfruté de la cantidad de mariposas que revoloteaban a nuestro alrededor sin la más mínima vergüenza o temor de ser dañadas…
Entre la selva nos encontramos una especie de caserío donde había una pagoda dorada, allí nos encontramos con una comunidad de budas…



6 comentarios:
Nany, que maravilla!! Yo tengo alma de viajera, pero me pregunto... estas son vacaciones o tienes trbajo relacionado con viajes???
En todo caso, hermosas fotos!
Marsupial:Hola Guapa! No, mi trabajo no consiste en viajar, pero confieso que parte de lo que trabajo lo invierto en intentar viajar lo más que mi presupuesto me lo permita.
Nany: jaja...cuarta vez que entro a intentar dejarte el comentario...tengo el ordenador fatal...pues nada, ya sabes que me he enamorado de este país gracias a tí...y te aviso: algún día te pediré foto de cascada para un post, poniendo tu link, claro ;) Un besito, preciosa...que maravilla viajar contigo!
Carlota cariño con todo el gusto te doy todas las fotos que necesites. Me alegra mucho que te guste este país, es realmente maravillosos...
Uy... se ha borrado el comentario que acababa de publicar... ( Te pongo esto, por si luego sale repetido... )
Te comentaba que tus fotos son chulísimas y servirian perfectamente para ilustrar un libro. Has hecho algún album especial con estas fotos? Se que algunos centros de fotografía ofrecen la posiblidad de hacer uno en plan libro y te quedaría maravilloso.
Una amiga mia ha hecho un viaje muy similar y me secuestró una tarde entera para enseñarme las infinitas fotos de budas, esculturas de oro y pedacitos de papel pegados solicitando deseos.
Ella y su novio, cogieron sin dudar sus mochilas y pasaron quince días en Tahilandia.
Lo de la mochila no me convence del todo... pero visitar Tahilandia... Mmmm...
Un abrazo,
Agatha Blue*
Agatha, cariño lo del álbum si que he hecho, pero no de este viaje… aún quiero terminar de contar un poco las aventuras. Por lo de las mochilas, te aseguro que es súper cómodo, nosotros nos fuimos con una mochila cada uno y no facturamos, no corres el riesgo de perder tus pertenencias.
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